
Seguramente
ya me has escuchado o leído muchas veces sobre la importancia de
plasmar tu idea o proyecto en un papel para luego elaborar tu plan de
negocio, que será la hoja de ruta de tu emprendimiento. Bueno pero...
¿cuál es el paso siguiente?
Ahora, en la práctica, es necesario ir
midiendo tus avances osea medir el progreso de tu negocio y aquí te
comparto, como hacerlo con la misma herramienta que inicio tu idea de
negocio.
Él emprendedor debe saber que el
progreso se hace cada día, con cada pequeño triunfo y aún con cada
fracaso. Los logros van llegando poco a poco y van perfilando el rumbo
del negocio.
Bajo esta premisa, es necesario entender
que no basta con que luego de que una idea genial de negocio haya
surgido en tu mente le des forma a través de un proyecto.
Pero hay algo aún que no todos recuerdan
y practican: El plan de negocios, esa misma herramienta que utilizaste
para ordenar tu proyecto, analizando muchos puntos esenciales y que te
permitió saber si tu idea podría funcionar con éxito y que tal vez
convenció a los inversionistas de la excelente idea para financiar tu
emprendimiento, también es una útil herramienta para medir de forma
periódica el progreso.
Los cinco pasos para medir tu progreso son:
1. Planea revisiones periódicas del negocio.
Muchos factores que afectan tu negocio
están relacionados con un ciclo anual. Para asegurarte que tu plan de
negocios continúe siendo de ayuda, revísalo y ponlo al día anualmente.
Separa tiempo al comienzo del año, del año fiscal o cuando sea
conveniente para ti.
2. Revisa tus datos para medir el rendimiento del negocio.
Compara los resultados que esperabas con
los resultados reales. Como tu plan de negocios proyecta avances de
mercadeo, operacionales y financieros, debes analizar detenidamente los
resultados reales contra las metas y los objetivos que habías
establecido en tu plan.
3. Ajusta el plan.
Partes de tu plan de negocios pueden
aparecer completas y otras pueden todavía necesitar algún trabajo. Busca
maneras de mejorar lo que has hecho hasta ahora. Incorpora en tu plan
la experiencia que has ganado hasta ahora como dueño de un negocio.
Anticipa los eventos futuros (buenos y malos) que pudieran afectar tu
negocio. Toma las acciones necesarias si algunas de las metas que habías
planeado no se han cumplido.
4. Recibe ayuda de los demás.
De haber cambiado y puesto al día tu
plan de negocios, compártelo con un consejero. Estos te ayudan a los
empresarios a crear y revisar planes de negocios.
5. Opera tu negocio de acuerdo a tu plan de negocios.
Tu plan de negocios es un documento que
trabaja para ti, si lo utilizas como recordatorio, tanto para ti como
para tus empleados, de tus metas y cómo las puedes lograr. Estés
poniendo al día tu plan de negocios por primera vez o por vigésima vez;
el respetar tu plan de negocios como un documento dinámico que cambia
con el tiempo, es una prueba para ti y los demás de que conoces tu
negocio y estás al tanto de lo que se necesita para hacerlo crecer y
prosperar.
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